miércoles, 26 de noviembre de 2008

CONCEPTO DE IGLESIA EN SAN PABLO


VID DE PABLO DE TARSO
Pablo de Tarso, el apóstol de los gentiles, nació hacia el año 6-10 d.C., en la ciudad de Tarso (en la actualidad de Turquía). Aunque era judío, tuvo una gran formación humanística. Dominaba el griego, el latín, el hebreo y el arameo. Ello le facilitó que pudiera recorrer el mundo entero, anunciando el evangelio de Jesús. Fue su maestro el rabino Gamaliel. Participó en el martirio de San Esteban, el primer mártir del cristianismo. Su conversión la cuentan los Hechos de los Apóstoles de esta manera:
Saulo, respirando amenazas contra los discípulos del Señor, se presentó al Sumo sacerdote y le pidió cartas para las Sinagogas de Damasco, autorizándolo para llevar presos a Jerusalén a los seguidores de Jesús, que encontrara en el camino, hombres y mujeres. Iba de camino, ya cerca de Damasco, cuando de repente los deslumbró una luz, que venía del cielo. Cayó en tierra y oyó una voz que le decía:
Saulo, Saulo ¿Porqué me persigues?
Contestó: ¿Quién eres, Señor?
Le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Ahora
, levántate, entra en la ciudad y allí te dirán lo que
debes hacer.
Los acompañantes se detuvieron mudos, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, al abrir los ojos, no veía. Lo tomaron de la mano y lo hicieron entrar en Damasco, donde estuvo tres días, ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, llamado Ananías. En una visión, le dijo el Señor:
¡Ananías! Respondió: Aquí me tienes, Señor.
Y el Señor le dijo: Encamínate a la calle mayor y pregunta en casa de Judas por un tal Saulo de Tarso, lo encontrarás orando.
En una visión Saulo contemplaba a un tal Ananías que entraba y le imponía las manos y en ese momento recobraba la vista.
Ananías respondió: Señor, he oído a muchos hablar de ese hombre y contar todo el daño que ha hecho a los consagrados de Jerusalén. Ahora está autorizado por los sumos sacerdotes para arrestar a los que invocan tu nombre.
Le contestó el Señor: Ve que ese es mi instrumento elegido para difundir mi nombre entre paganos, reyes e israelitas. Yo le mostraré lo que tiene que sufrir por mi nombre.
Salió Ananías, entró en la casa y le impuso las manos, diciendo: Saulo, hermano, me envía el Señor Jesús, el que se te apareció, cuando venías por el camino, para que recobres la vista, y te llenes del Espíritu Santo.
Al instante se le cayeron de los ojos como unas escamas, recobró la vista, se levantó, se bautizó, comió y recobró las fuerzas Y se quedó unos días con lo discípulos de Damasco.
Muy pronto se puso a proclamar en las sinagogas que Jesús era el Hijo de Dios (HH.9, 1-32).

Pablo empezó a predicar en Damasco y los judíos estaban dispuestos a matarlo. Para evitarlo, los cristianos lo descolgaron metido en una canasta por los muros de la ciudad. Marchó a Jerusalén; Bernabé, otro de los discípulos, se lo presentó a los Apóstoles.
Pablo recorrió el mundo conocido, anunciando la muerte y resurrección de Jesús. Conocemos su pensamiento teológico por las muchas cartas que escribió a las comunidades, que había evangelizado.
Al celebrar el año de San Pablo, quiero presentaros algunos aspectos de su teología. Su figura es la de un gigante.


1. LA IGLESIA EN LOS ESCRITOS DE SAN PABLO

San Pablo para distinguir a la iglesia de Jesús de la Sinagoga, la llama iglesia, palabra de origen griego, que hacia relación a las reuniones que tenían los griegos.
Esta palabra se generaliza hasta el extremo de que se usa 125 veces en el Nuevo Testamento: 63 en San Pablo, 23 en los Hechos, 1 vez en Mt.16, 15 y 16, 18. En San Juan 23 veces.
En San Pablo esta palabra se uso sólo para la Iglesia de Cristo. Puede tener distintos significados: La Iglesia Universal, la Iglesia particular, puede indicar la asamblea que se reúne en una casa determinada; se llama también la Iglesia de Dios; otras veces indica el lugar de la reunión etc.
Notas de esta Iglesia
Para Pablo la Iglesia es una, santa, universal (católica) y apostólica.
El principio de unidad es expresado por San Pablo de esta manera:
Yo, prisionero por el Señor les exhorto a vivir de acuerdo con la vocación que han recibido. Sean humildes y amables, tengan paciencia y sopórtense unos a otros con amor, esfuércensen en mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz. Uno es el cuerpo, uno el espíritu, , como una es la esperanza a las que habéis sido llamados, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, uno solo Dios Padre de todos, que está sobre todos, entre todo y en todos.
Para Pablo esta Unidad se realiza por la fe y por el amor, por la humildad, la amabilidad, la paciencia, y el aguante mutuo..
Esta unidad la fundamenta en estas razones:
En la comunidad visible, que nos hace unos con El y con los demás hermanos.
En el Espíritu, que es lazo invisible de esta unidad y alma de la iglesia.
En la misma esperanza, que nos pone en camino con la esperanza puesta en Dios.
En Cristo el Señor que es el Señor y centro de esa comunidad a la que nos incorporamos por el bautismo
La paz en la comunidad es una consecuencia del amor. Por esto en Pablo el amor y la paz están siempre unidos.
Somos familia de Dios y hermanos entre sí, porque Dios es nuestro Padre.

En esta comunidad, hay multiplicidad de carismas y ministerios para el servicio de la Iglesia (1 Cor.1-31y Rom.12. 3-8).
Esta unidad se expresa en estos términos: Por la fe en Cristo Jesús, todos ustedes son hijos de Dios. Los que se han bautizado consagrándose a Cristo se han revestido de Cristo. Ya no se distingue judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. Y si ustedes pertenecen a Cristo, son descendencia de Abrahan, herederos de la promesa.
Se trata de un texto revolucionario, ya que para Cristo todos somos iguales.
Se rompen las barreras entre hombres y mujeres. Ambos intervienen en las asambleas cristianas y muchas mujeres ayudan a Pablo en la Evangelización. Los esclavos, que no tenían ningún derecho en Roma, asisten a las asambleas cristianas con los libres. Se rompen las barreas entre griegos y gentiles, ya que todos son herederos de la promesa. La razón de este cambio tan radical es que por la fe todos son hijos de Dios, por el bautismo todos se han revestido de Cristo y son uno..
En aquella época estas palabras de Cristo eran revolucionarias.
¿Cómo se realiza la unidad?. Lo explica San Pablo en el texto anterior y en el siguiente texto, en la sangre de Cristo, derramada en la cruz para la salvación de todos. En este pasaje, tan bello, que no necesita comentarios, lo explica San Pablo en estos términos:
Pero gracias a Cristo Jesús los que en un tiempo estaban lejos, ahora estáis cerca por la sangre de Cristo. Porque Cristo es nuestra paz, el que de dos pueblos hizo uno solo, derribando con su cuerpo el muro divisorio, las hostilidad y anulando la ley con sus preceptos y clausulas, reunió los dos pueblos en su persona, creando de los dos una nueva humanidad; restableciendo la paz. Y los reconcilio con Dios en un solo cuerpo por medio de la cruz, dando muerte en su persona a la hostilidad. Vino y anunció la paz a ustedes, los que estaban lejos y la paz a aquellos que estaban cerca. Porque por medio de Cristo todos tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu. De modo que ya no son extranjeros ni huéspedes, sino ciudadanos de los consagrados sobre el cimiento de los `apóstoles con Cristo Jesús como piedra angular.(Ef. 2, 13-21)
Esta iglesia es universal y católica.
Esta unidad y universalidad están fundamentadas en el amor;
Y por encima de todo el amor, que es el broche de la perfección. Y que la paz de Cristo dirija sus corazones, esa paz a la que habéis sido llamados para formar un solo cuerpo.
La Iglesia está adornada también de la apostolicidad ( Ef. 2, 20).
Porque por medio de Cristo, todos tenemos acceso al Padre por un mismo Espíritu. De modo que ya no son extranjeros ni huéspedes, son conciudadanos de los consagrados y de la familia de Dios; edificados sobre el cimiento de los apóstoles, con Cristo Jesús como piedra angular.
De una manera reiterativa, Cristo es la piedra angular sobre la que se sostiene la Iglesia.

2. LA IGLESIA CUERPO DE CRISTO.

Leyendo estos textos que propongo a continuación, podemos comprender el desarrollo, que voy a hacer posteriormente,
Efes. 1, 23: Todo lo ha sometido bajo sus pies y lo ha nombrado, por encima de todo, cabeza de la iglesia, que es su cuerpo y plenitud de aquel que llena completamente todas las cosas.
Esta idea de que la iglesia es el cuerpo de Cristo, que es la cabeza la ha desarrollo son Pablo especialmente en la cartas 1ª Cor. 12 y Romanos 12, 5.
1 Cor. 12, 27: Ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno en particular, miembros de ese cuerpo
Rom. 12,4-5: Es como en un cuerpo: tenemos muchos miembros, no todos con la misma función; así, aunque somos muchos, formamos con Cristo, un solo cuerpo y estamos unidos unos a otros como partes de un mismo cuerpo.
De estos textos sacamos estas consecuencias.
Cristo es la Cabeza de la Iglesia.
La Iglesia es el complemento de Cristo.
Nosotros, cada uno en particular, somos el cuerpo de Cristo. Estamos unidos unos a otros como partes de un mismo cuerpo.
Los miembros no todos tienen la misma función
La iglesia es el cuerpo de Cristo.

Intentemos aclarar estas ideas. Bajo el símil del cuerpo humano, San Pablo intenta explicarnos, qué es el misterio la Iglesia, Cristo es la cabeza, la parte principal de cuerpo, la más importante. Cristo sin los miembros no puede nada y sería un ser incompleto, ya que forma una unidad maravillosa, con Iglesia. . La gracia que nos viene de él, quedaría inactiva sin la cabeza, ya que Cristo es el salvador y santificador.
Cristo y el Espiritu en el centro de la Iglesia
Pablo nos dice: En un solo Espíritu hemos sido bautizados para formar nada más que un cuerpo, judíos y griegos, esclavos y libres. . Y todos hemos bebido de un mismo Espíritu (1 Cor. 12, 13).
Esta concepción de Cristo Cabeza y nosotros miembros se encuentra en muchos textos de San Pablo. Pio XII le dedicó una encíclica titulada Mystici Corporis Christi (1943.). Lo llamó cuerpo místico, para acentuar el carácter misterioso de esa unidad.
Por el bautismo, dice Pablo, entramos a formar parte del cuerpo de Cristo, Todos, de cualquier condición, somos uno con Cristo, porque hemos bebido del mismo espíritu Santo.
Todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son uno, La razón es que Cristo es uno y que todos hemos sido bautizados en una solo Espíritu.
Funciones distintas
Cada miembro en el cuerpo tiene una función, pero cada uno de los miembros colabora al bien de la totalidad. Todos los miembros se preocupan unos de otros, si me duele la cabeza, todo el cuerpo siente la molestia. De estas palabras saca la consecuencia que cada uno de nosotros somos miembros del cuerpo de Cristo y, juntamente con Cristo, formamos una unidad al habernos incorporado a la Iglesia por del bautismo. En esta variedad hay apóstoles, profetas, doctores, hacedores de milagros y curaciones, portadores de carismas, pero, en resumen, todos colaboran a que en la iglesia de Cristo resplandezca la unidad y el espíritu comunitario. No importa la función que cada uno tenga en la Iglesia, sino su pertenencia a la Iglesia por el bautismo. Por este motivo para Pablo el camino mejor es la Caridad de la que va a hablar en el capitulo siguiente (1 Cor. 12,12-30)
Ampliación de las mismas ideas
Pablo, en la carta a los Romanos 12, 4-5 vuelve a repetir las mismas ideas con algunas diferencias: Pues a la manera de que en el cuerpo tenemos muchos miembros y todos los miembros no tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo, pero cada miembro está al servicio de los otros miembros. Así nosotros tenemos dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada; ya sea la profecía, según la medida de la fe; ya sea el ministerio para servir; el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta para exhortar; el que da con sencillez; el que preside, con solicitud; quien practica la misericordia, hágalo con alegría; vuestra caridad sea sincera, aborreciendo el mal, amándoos unos a los otros con amor fraternal..
El apóstol da a los Romanos un programa de vida cristiana, motivando las relaciones que tienen que existir entre los miembros de la Iglesia. En la iglesia primitiva había muchos ministerios, que cada uno debía cumplir. Existían unos carismas extraordinarios, que sólo existieron al principio. Por desgracia nosotros, en esta nuestra iglesia demasiado clericalizada, no sentimos la urgencia de colaborar como miembros más activos en la extensión del cuerpo de Cristo, que es la Iglesia. Ya están reseñados en San Pablo el ministerio de la palabra, la catequesis o la enseñanza, el servicio de unos a otros, el don de consejo, la práctica de la misericordia. Y sobre todo, la práctica de la caridad. Muchos de estos ministerios el Concilio Vaticano II los ha asumido.
Unión con Cristo
Esta analogía del cuerpo pone de relieve la unidad que debe existir entre todos los miembros de la Iglesia. Esta unidad nos viene de Cristo cabeza, de quien recibimos la gracia de los sacramento y del Espíritu Santo, que se nos ha comunicado (Lumen gentium 7). Cristo es el centro y el fundamento de la Iglesia porque es a cabeza (COL.1, 18). Por esto el Cristiano tiene que estar unido a Cristo, de quien recibe la vida divina: en vez de unirse a la cabeza, de la cual todo el cuerpo, a través de articulaciones y ligamentos, recibe sustento y cohesión y crece conforme al plan de Dios (Col. 2, 19).
Todo nos vine de Cristo
El poder de Cristo sobre la iglesia es supremo: Bajo sus pies sometió todas las casas yl constituyó cabeza suprema de la Iglesia (Ef.1, 22). Únicamente de Cristo recibimos todos los bienes: Viviendo en la verdad y el amor, crezcamos hasta alcanzar del todo al que es la cabeza, a Cristo. Gracias a El el cuerpo entero, recibe unidad y cohesión gracias a los ligamentos que lo vivifican y por la acción propia de cada miembro: así el cuerpo va creciendo y constituyéndose en el amor (EF. 4, 15-16.
Cristo es el principio de cohesión entre todos los miembros (Col. 2, 1). Gracias a El crecemos en el Espíritu (Ef. 4, 16). Es un crecimiento desde Cristo y hacia Cristo (Ef.4, 15)
Eucaristía y cuerpo de Cristo:
El pan que partimos ¿no es comunión con el cuerpo de Cristo? Uno es el pan y uno es el cuerpo que todos formamos, porque todos compartimos el único pan (1 Cor. 16-17).
Para Pablo el principio de unidad en la Iglesia es Cristo, los cristianos, al recibir en la eucaristía a Cristo, necesariamente tienen que vivir unidos unos a otros, porque Cristo es uno como el pan es uno. Cristo cohesiona a la comunidad de los creyentes.
San Juan Crisóstomo lo explica de esta forma: "¿Qué es el pan? Cuerpo de Cristo. ¿Qué se hacen aquellos que lo reciben? Cuerpo de Cristo. No muchos cuerpos, sino un solo cuerpo. Si, pues, todos existimos por lo mismo y todos nos hacemos lo mismo, ¿por qué no mostramos luego también el mismo amor, por qué no nos hacemos también una sola cosa en este sentido?» ( Hom. I Cor Hom. 24 en PG 61, 200).
Esta teología tiene que tener consecuencias en nuestra vida. La eucaristía no puede ser un mero formalismo litúrgico. El amor, la entrega a los otros, y el servicio tienen que ser una consecuencia de la recepción eucarística.





jueves, 13 de noviembre de 2008

LIBERTAD HUMANA



LA LIBERTAD HUMANA

Es esta una de las palabras, que más se han repetido en estos dos últimos siglos. La libertad ha sido secuestrada por los totalitarismos marxistas y nazistas. Libertad es lo opuesto a esclavitud. La libertad es un anhelo, un fin y una meta de todos los hombres. Sin libertad el hombre es menos hombre. Hay una libertad física, ausencia de trabas, propia de todos los seres vivientes. Un águila libremente recorre majestuosa el cielo azul y dirige su vuelo, a donde quiere y como quiere.

La auténtica libertad del hombre no es esa. El hombre es libre, pero al mismo tiempo es un ser pensante. Por eso no está atado al instinto, como los demás animales.

La verdadera libertad es la interior, por la que el hombre tiene la capacidad de decidirse por si mismo. El que está en la cárcel sin libertad, puede ser interiormente más libre. A Sancho, cuando lo iban a meter en la cárcel, el carcelero le dijo: ¡A dormir a la cárcel! Sancho respondió con mucha sabiduría: A la cárcel, si; pero dormir no; esto depende de mí.

Esta libertad psicológica o interior es la que define el hombre, como un ser más grande de creación. La libertad le define. La libertad no consiste en hacer lo que uno quiere o le da en gana..Es necesario que preceda un proceso de elección, en virtud del cual, antes de elegir sopese racionalmente la elección, fundamentándola en motivos, razones, fines etc.. Los horizontes de la elección pueden ser muchos y variados.

Por esto, la libertad empieza desde el momento, en que me decido por alguna de las posibilidades, que se me presentan. Elección la hago mía, la acojo y me comprometo con ella y me obligo a realizarla. La elección la hago, sin que nadie me la susurre por debajo, con una decisión mía y personal. También podría haberla rechazado.

Cuando el hombre hace una elección arbitraria y caprichosa, su libertad queda nublada, porque ha perdido parte de la racionalidad. Las elecciones hechas sin reflexión, por puro hedonismo y egoísmo, terminan destruyendo a la persona y le hacen voluble e inestable.

Por esto, cuando las elecciones son periféricas y no llegan a estar en las profundidades del ser personal, la opción no es fundamental. El menor soplo de aire se la lleva.
En nuestra vida puede haber una opción fundamental, que de un sentido profundo a nuestra vida y la siguen dirigiendo durante toda la vida.

Ella va alimentando los actos y las aptitudes de cada día. Estas elecciones se transforman en algo consustancial con el propio sujeto, porque son como una luz, que ilumina los senderos de nuestro existir. Un médico, que por vocación, de joven, decidió seguir este camino, está marcando, a partir de este momento, unos nuevos horizontes en su vida. Su existencia, a partir de este momento, ha seguido un nuevo rumbo.

Es verdad que esa opción se puede romper o se puede atenuar, si no va alimentada por las elecciones diarias que la siguen reforzando. Si un rosal no se abona y ruega no echa flores. Esta libertad profunda y radical los psicólogos la llaman esencial.

No obstante una opción o elección esencial tiene sus dificultades, o por falta de claridad o indecisión en la persona o porque el sujeto se resista a aceptarla, ya que le supondría muchos sacrificios en su vida. Pero, cuando se ve clara la elección, no hay vuelta atrás,

La elección tiene que estar fundamentada en un deber ser, en unos valores, que son los que dan sentido a la vida. Ahora este elección, la contemplamos
desde el deber moral. Hay valores, que se impone al hombre: La verdad, la justicia, hacer el bien, la solidaridad, el amor, la compasión etc. Cuando la libertad se siente atada a estos valores, es más libertad. Estos son los hombres de grandes convincciones, que tanto nos admiramos. Cuando elegimos el bien frente al mal, nuestra libertad es más libertad.

Cuando vivimos en la superficialidad, en lo periférico, en la trivialidad y todo nos parece bueno, el relativismo se apodera de nosotros, somos marionetas, que van de flor en flor.

Cuando somos capaces de dar sentido a nuestra vida, se produce una unidad existencial inamovible. Han sido capaces de asumir los grandes valores en su vida. Siempre he admirado a Francisco de Asís. Lo dejó todo por Jesucristo, hasta el vestido que le dejó su padre; rompió todas las ataduras y ha sido el hombre más libre de la humanidad.

La libertad, en su elección, tiene siempre un abanico de posibilidades muy legítimas. La libertad no está encerrada en una dirección. Los caminos, las llamadas o vocaciones, que se abren son casi infinitas. Cada uno un día recibirá una llamada, y de acuerdo con esa llamada, se bajará de su caballo, como hizo Pablo de Tarso, para seguirla en su libertad.

Es necesario conquistar cada día la libertad y dejar las cadenas que nos atan.
Es el problema del hombre actual, está tan instalado en el placer, en el hedonismo, en el bienestar. No siente llamado a la aventura de elecciones solidarias, abnegadas y sacrificadas. Es el mundo de la fragilidad, de la filosofía débil, de la carcajada fácil, de no complicarse, y de las drogas evasivas. Los padres con dejar que los hijos hagan lo quieran, sin hacerles ver en el diálogo, que el trabajo, el esfuerzo, el mérito, y el sacrificio los hará fuertes como una roca, que no se la lleva el viento. Con su actitud pasiva están favoreciendo la vaciedad de sus vidas, el nihilismo en sus ilusiones, la rebelión y la comodidad,

Los límites de la libertad.

El hombre, en su paso por el mundo, se ve impedido en su libertad.
El hombre muchas veces por miedo, pierde su libertad. Miedo a perder el trabajo, miedo al poder, miedo a los padres, miedo a ser perseguido etc.
El hombre se ve manejado. Los medios de comunicación lo manipulan, porque mienten, cambian, desfiguran, o matizan una noticia. Decía Ortega que el hombre masa, especialmente en el plano político, se ve expuesto a ser dirigido, cuando la radio, la televisión, y la prensa tienen una sola voz, ya que el posea o controle todos los medios, controla los pensamientos de los ciudadanos.. Evidentemente la libertad de elección del voto, se va al traste

Los medios, con un bombardeo continuo, por si mismos, son capaces de crear opiniones o criterios, haciendo que lo que se ve mal, termine viéndose como una cosa moral.
La libertad esta asediada en la sociedad urbana por todos los costados. Ya nadie puede tener secretos. Las máquinas de Hacienda saben tus ingresos; los ordenadores de los juzgados tienen registrados los delitos de los ciudadanos; todos los bancos conocen tus datos personales; la jefatura de tráfico controlan tus multas; los spam te visitan en tu ordenador todos los días, vendiéndote algo u ofreciéndote un producto; la guardia civil te pone una multa porque te has olvidado del cinturón de seguridad y ello cuenta para tu carnet. Decía un jurista: Estamos agobiados de tantas leyes, decretos y normas.. Cada mes los diversos boletines oficiales, vomitan decretos, ordenanzas, órdenes, avisos etc. La burocracia de la comunidad europea te hace rellenar cientos de folios todos los años. Vamos a un organismo oficial, y nos mandan a mil ventanillas, y a veces sin conseguir la respuesta correcta. Hasta en la Iglesia hay un exceso de burocracia y de papeles..

Tanta norma y tanta ley nos está obligando a que tengamos un abogado asesor a nuestro lado.
La libertad, decía el jurisconsulto romano Ulpiano, es la más preciada de las cosas y no se pude comprar con dinero. En esta sociedad materializada, la libertad, se vende muchas veces por dinero. Estas son las grandes esclavitudes del hombre actual.

Las libertades políticas

El hombre moderno, gracias al liberalismo, ha hecho aflorar una serie de libertades políticas, que fueron recogidas en la Declaración Universal de los derechos humanos (1948):
Art. 18: Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, que Incluye la libertad de cambiar de religión y de creencia, así como la libertad de manifestar su religión y creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la enseñanza.
Art. 19. Derecho a la libertad de opinión y expresión; incluyendo no ser molestado a causa de sus opiniones, de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión
Art. 20. Derecho a la libertad de reunión y de asociación
Estas libertades nos hicieron más libres. Se promulgaron en el año 1948. Aún no se han realizado. Libertad de expresión, pero me faltan los medios para expresarme. Libertad religiosa y a los católicos los matan en India. Libertad de reunión, y en China los católicos no pueden hacerlo.

Libertad y democracia
En los siglos IX y XX, el liberalismo ha insistido sobre todo en concepto de libertad. Todos los politógos y economistas, desde Adam Snith, han instalado la propiedad privada en el centro del sistema democrático.
La han defendido a toda casta, ya que gracias a ella el hombre puede defender mejor su libertad. Quien tiene bienes, no está sujeto al capricho de los poderosos. Es más libre. Hoy en día la calificación técnica, que adquiere un hombre, es en cierto sentido una propiedad, que le libera de muchas esclavitudes y dependencias Me decía un viejo muy sabio, que quien controla el bolsillo, controla la libertad. Muchas veces me acuerdo de aquella película que se llamaba el silencio de los corderos. Aunque estemos en el siglo XXI, todavía existen estas esclavitudes.
Hay mucho silencios, muchas cobardías
Montesquieu terminó de perfilar la teoría de los tres poderes, precisamente buscando que en este mundo existiera más libertad. Percibió, que si el poder legislativo, ejecutivo y judicial estaban concentrados en la misma persona, como sucedía en el antiguo régimen, el poder se transformaba en totalitarismo. Estando separados, los tres poderes se controlaban mutuamente, ya que el ejecutivo estaba sujeto al legislativo y judicial, y estos al legislativo. Con el presupuesto, de que todos son iguales ante la ley, la corrupción se hacía muy difícil. Un ministro corrupto podía ir a la cárcel y el ciudadano más humilde, tenía que ser juzgado de acuerdo con la ley, no según los caprichos de quien detecta el poder. No obstante, los partidos procuran ellos nombrar a los jueces y a los miembros del ejecutivo, burlando la norma de Montesquieu. Con lo cual hay menos libertad y menos democracia. El poder no quiere la libertad, porque el hombre libre dice la verdad y la verdad en ocasiones muerde

Cuando el sujeto carece de los medios para ser feliz, cuando falta la igualdad de oportunidades, hay menos libertad política en el sujeto
La pobreza, la enfermedad, la necesidad hacen más precaria nuestra elección y por consiguiente la libertad. El dinero y la riqueza le hacen más dueño de su destino.
La pobreza extrema es un grave obstáculo para la libertad de expresión y asociación.
La libertad se vive más fácilmente en comunidad que en la soledad.
Para terminar quiero hacerlo con unas palabras de Alexis Torqueville en su viaje a Estados Unidos: Todos los que aman la libertad deberían apresurarse a llamar a la religión en su ayuda,…porque deberían saber que no se puede establecer el reino de la libertad sin las buenas costumbres, ni crear las buenas costumbres sin la fe.

jueves, 23 de octubre de 2008

BODAS DE ORO



HOMILIA PARA UNAS BODAS DE ORO


Cincuenta años es una dimensión muy importante en la vida de una persona. El tiempo nos invade, nos llena, nos configura y en ocasiones nos abruma. Nuestra vida es una historia en el tiempo y en el espacio.
El tiempo pasa y nosotros con él. Aún recordáis aquellos años de juventud, cuando, con los ojos recién abiertos al mundo, os mirabais con esa profundidad del amor que en vosotros empezó prender.
Vivir juntos, por amor, comienza a ser la dimensión más importante de la vida del hombre.

Vivir juntos hasta la eternidad. Vivir juntos con luces y sombras, con sonrisas y lágrimas, con silencios y estrépito. Dicen los filósofos que el tiempo no existe, pero para vosotros el tiempo no dejó de correr, jugando con vuestras vidas. Siempre fue continuo y radiante. En los primeros años, cargado de ilusiones, y de proyectos de vida. Vivir juntos fue compartir infinidad de palabras, miles de miradas y sonrisas, millones de silencios uno junto a otro. Vivir juntos fue compartir y saborear la existencia hasta la plenitud.

En aquel correr de vuestra historia muchos días y muchas noches soñasteis un futuro lleno de ilusiones. Unos sueños fueron utopías lejanas, inalcanzables, fueron sueños de juventud. Otros sueños fueron una realidad, atados a lo cotidiano de vuestras vidas: El pasear juntos, el viajar juntos, el tomar el coche, juntos. Lo ordinario, lo de cada día, en su monotonía, lo habéis vivido juntos con una profundidad, que no se vive en la soledad.

El tiempo era vuestro tiempo. Corría al unísono y al compás de los dos. El tiempo no se podría concebir sin el otro. Por eso el tiempo es paz, armonía, calor, y luz. Sin el otro el tiempo es soledad, que mata y nos destruye..
El tiempo se desgrana en años, semanas, días, minutos y segundos.
Los días y las noches han dejado muchas huellas en vuestras vidas: Arrugas en la cara, heridas en el corazón, gozo en vuestros ojos,
plata en vuestras cabezas, y pesadez en vuestros pasos.

No obstante, el tiempo, en su paso ineludible, no ha podido con vuestras ilusiones, con vuestras esperanzas, que siguen vidas como en los años de la juventud.

Hasta aquellos minutos y segundos de felicidad compartida dejaron en vuestra alma casi un cielo anticipado de luminosidad.

Hoy hace cincuenta años que tu NN. y tú NN. abrísteis un nuevo surco en el tiempo y escribisteis una larga historia de amor.

¡Cuantos baches en el camino, cuantos sueños, cuantas alegrías quedaron colgadas en el tiempo . Aquel día Cristo se asoció a vosotros en un gesto de amor por medio del sacramento, e hizo que aquel sí, repetido pos dos veces, se hiciera sacramento y comunidad de vida y de amor para la eternidad.

A partir de aquel momento Dios estuvo en el centro de vuestro amor.
De vuestra casa hicisteis un templo y un altar en el que ofrecisteis al Señor oro, incienso y mirra.
Como buenos sembradores empezasteis a sembrar amor, sonrisas, entrega y acogida. Cincuenta años son muchos minutos y segundos para desgranar un rosario de palabras y silencios.

Juntos empezasteis esa nueva aventura, en la que hubo tiempos de juventud, y tiempos de madurez.
Los primeros años fueron un raudal de luz y de proyectos; juntos vivisteis esa nueva plenitud de la vida en dos. Ya no erais uno, sino dos. Ya no declinabais el yo, sino el nosotros. Siempre juntos comunicándoos la riqueza que llevabais dentro. En vuestra comunidad no había aristas, ni espinas, ni inquietudes. Todo era claridad, refulgencia y luz. Y así día tras días, hora tras hora, minuto tras minuto, sin cansaros, sin dudas, con ilusiones y sueños.

Pasaron los años y siempre juntos, como dos líneas paralelas, que se pierden en el horizonte azul. Siempre caminando en busca de las estrellas, de lo más alto, de lo más sublime, siempre cogidos de la mano. Muchas veces la cruz se asomó a vuestra ventana, la cogisteis en las manos, la besasteis y cargasteis con ella. El compartir el dolor y la cruz os hice más fuertes y clarividentes.

A pesar de tanto camino, y del mucho polvo que levantaron vuestros pies, seguisteis caminando sin desalentaros; aunque vuestros pasos fueran más vacilantes y vuestra frente se cubrió de arrugas, seguisteis juntos, con un amor más maduro, más profundo, menos ruidoso, más silencioso y eterno.

En vuestras vidas el pasado, el presente y el futuro se juntan en un abanico de posibilidades, de preguntas y respuestas.
Hubo tiempos fuertes y tiempos débiles. Tiempos para amar, acoger y servir; tiempos para gozar y alegrarnos; tiempos para llorar y sufrir; tiempos de paz, de bonanza y de quietud; tiempos de luz, y gracia; tiempos de esperanza y desilusión; tiempos de incomprensión, de desgana y de frialdad; tiempos de perdón y de gracia; tiempos de largos silencios y de oscuridades; tiempos para soñar, y evocar,

Si el tiempo configura nuestras vidas, el espacio le da una dimensión cósmica. El primer espacio es la casa en que nacisteis. Esa casa os recuerda vuestros primeros pasos y a vuestros padres que hoy no nos acompañan.
En el espacio respiramos los olores de la tierra mojada y el perfume de los gladiolos y de las magnolias.
En el espacio están las calles por las discurrimos, el quejido de los campanarios de nuestro pueblo; en el espacio está el paisaje, que miles de veces quedó gravado en nuestra retina. En la tierra de nuestra campiña y la altura de nuestras montañas hemos palpado, como decía Machado, la frescura de las flores, el plateado nuestros olivos y la caída del sol en las tardes grises. El espacio se llevó con nosotros jirones de nuestras vidas. Sin espacio viviríamos a la intemperie. Vuestros espacios, vuestra casa, vuestro pueblo están llenos de recuerdos. Cada cuadro, cada rincón, cada florero es para nosotros un historia de recuerdos pasados.
El tiempo y el espacio han entretejido vuestra historia. Una historia sin grandes hazañas, diría que más bien silenciosa. Pero es vuestra historia escrito con letras de oro y sangre. Escrita con el esfuerzo, el sacrificio y la entrega. En ese devenir histórico os han acompañado muchos familiares amigos que os quieren y han sido protagonistas de vuestra historia. Ellos han dejado huella en vuestras vidas

En esta aventura, la más importante de vuestra vida, fue una aventura del amor.

A partir de ese momento empezasteis a comprender desde aquellas palabras de San Juan Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1ª Juan 4, 17)

Comprendisteis que el amor de Dios no es ajeno al amor humano. Dios por el sacramento se hace presente en el amor entre un hombre y una mujer.
Comprendisteis que. Dios está presente en el amor humano, lo potencia, lo ennoblece, lo purifica y eleva.

El amor no es un sentimiento, sino que crece y madura en la medida que el hombre la vive día a día.
Este amor vivido en Dios se hace más radical y se engrandece.


Para Jesús de Nazaret amar es darse, entregándolo todo, sin esperar nada, en el silencio de la profundidad de nuestro ser. Así lo hizo Él en la cruz y no mandó que amemos con la misma profundidad.
Amar es compartir lo que somos, lo que seremos, y lo que tenemos.
Amar es perdonar
En el matrimonio el amor es entre tres. Cristo que misteriosamente es el lazo del amor. Y un tú y un yo, que a partir de ese momento se transforman en un nosotros; es la renuncia más grande y maravillosa, que se puede concebir en la tierra.

El hombre ha nacido para el amor. El amor es la dimensión fundamental del ser personal. Por eso el matrimonio es entrega, servicio, donación, y fuente de enriquecimiento.

El amor es lo contrario de la soledad. Vivir aislados, sin comunicación, y encerrados en nuestro egoísmo lleva al hombre a la angustia, al tedio y al insomnio.

Cerrarse al otro es vivir en la soledad, en el aislamiento más total, en el abandono.
El aislamiento provoca angustia, tedio, e insomnio.
Jesús ha venido a librar al hombre de su soledad y aislamiento para constituir una nueva fraternidad y una iglesia. La iglesia doméstica.
Jesús pedía en la última cena: "Que todos sean una sola cosa, como nosotros somos una sola cosa"(Jo.l7, 21‑22)

En este largo camino por el tiempo tirasteis al rincón del olvido el egoísmo, el orgullo, la soberbia, la vanidad etc

Comprendisteis que el matrimonio es una comunidad de vida y amor y estuvisteis siempre abiertos a la esperanza.


Para terminar quiero recordaros que la Eucaristía es el sacramento del amor. Al recibir a Cristo, quedamos unidos al Señor y a los hermanos: El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del mismo pan (1ª Cor. 10, 17). Una Eucaristía que no comparte un ejercicio practico del amor es fragmentaria en si misma. Esta Eucaristía de hoy es la culminación de esa presencia de Cristo, que os ha guiado a través de estos cincuenta años.

Nuestra vida es un peregrinaje hacía Dios. Vamos marcando los pasos con la mirada puesta en Dios, que nos acompaña y guía en su infinita bondad.

Os felicito en nombre de todos.

SARKOZY Y LA LAICIDAD

LA LAICIDAD SEGÚN EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA FRANCESA NICOLÁS SARKOZY.

Quiero hacer un resumen del concepto de laicidad propuesto por Sarkozy en las tres intervenciones, en que ha hablado del tema: En San Juan de Letrán, con ocasión de su visita a Rial y de la visita del Papa a Francia. El tema lo ha tratado más ampliamente en el libro suyo “La república, las religiones y la esperanza, escrito antes de ser presidente, del que hace tiempo hice un comentario en este blog. En realidad no añade nada nuevo. Solo articula en sus nuevas intervenciones su pensamiento. Es curioso que su libro no llegara a tener la repercusión social, como tuvieron las intervenciones a que he hecho referencia.. He procurado no desvirtuar su pensamiento. Por este motivo las citas son largas, con pocos comentarios, sólo orientativos por mi parte.

Definición de la laicidad:
“Ya nadie cuestiona que la laicidad es una libertad: libertad de creer, o no creer, de practicar una religión o de cambiarla por otra, de no ser afectado en su conciencia por prácticas públicas; libertad para los padres de permitir que se dé a sus hijos una educación conforme a sus creencias”.
Termina esta definición haciendo esta afirmación: “La laicidad se ha convertido en una condición de la paz civil”. Evidentemente, si no hay la libertad religiosa, una democracia queda disminuida.
Para él la religión no sólo no estorba en una sociedad democrática, sino que es un valor muy positivo, que puede hacer aportaciones muy interesantes: “Las religiones, en especial la católica, son patrimonios vivos de reflexión y pensamiento. Sería una locura privarnos de ellas”.
“Las religiones, y en particular la cristiana, con la que compartimos una larga historia, son patrimonios vivos de la reflexión y del pensamiento, no sólo sobre Dios, sino también sobre el hombre, sobre la sociedad, y también sobre esta preocupación, que hoy es central, la naturaleza. Sería una locura privarnos de las religiones, una falta contra la cultura y el pensamiento”.

Nos habla de una laicidad positiva, fundada en el diálogo, en la tolerancia mutua y en el respeto.
Este diálogo nos ofrece la posibilidad de llegar a descubrir el sentido de la vida: La laicidad positiva ofrece a nuestras conciencias la posibilidad de llegar a un intercambio, más allá de las creencias y de los ritos, sobre el sentido que queremos dar a nuestra existencia.

Aportaciones de la religión
En este momento en que nuestra sociedad de una manera global, está pasando por un derrumbamiento económico, con anterioridad a estos momentos, el Presidente francés, hace una reflexión interesante sobre la aportación que la Iglesia puede ofrecer a este capitalismo salvaje, que sólo ha buscado la rentabilidad económica, sin tener en cuenta que la persona tiene que estar en el centro de la economía:” Francia ha emprendido, junto a Europa, una reflexión sobre la moralización del capitalismo financiero.
El crecimiento económico no tiene sentido, si se convierte en su propio objetivo. Sólo una mejora de situación del mayor número personas y su realización personal constituyen sus objetivos legislativos.
Esta enseñanza que forma parte de la doctrina social de la Iglesia, está en perfecta consonancia con los desafíos de la economía contemporánea y globalizada.. Nuestro deber es escucharla”.

Mirar a nuestras raíces
.Una laicidad abierta tendría que tener en cuenta nuestra cultura, que está fundamentada en el cristianismo y en la cultura greco-romana: “La fe cristiana ha penetrado en profundidad en la sociedad francesa, su cultura, sus paisajes, su forma de vivir, su arquitectura y su literatura….Las raíces de Francia son esencialmente cristianas..
Como Benedicto XVI , considero que una nación que ignora la herencia ética, espiritual, y religiosa de su historia, comete un crimen contra la cultura, contra su misma historia, patrimonio, arte y tradiciones populares, que impregnan profundamente nuestra manera de vivir y pensar. Arrancar las raíces es perder la significación, es debilitar el crecimiento de la identidad nacional y secar aún más las relaciones sociales, que tanta necesidad tiene de símbolos de memoria”.
Termina la frase con una afirmación que a algunos puede parecer radical. El Estado laico no pierde su laicidad, si asume las raíces cristianas e incluso las revitaliza, ya que todo ello redundará en bien de la república. La ,masonería ha criticado esta postura de Sarkozy: “Asumir las raíces cristianas de Francia e incluso revalorizarlas, sin dejar de defender la laicidad que al fin ha llegado a su madurez”.

La religión ayuda al hombre a buscar el sentido de la vida.
“Europa ha experimentado muchas ideologías. Ha puesto sucesivamente sus esperanzas en la emancipación de los individuos, en la democracia, en el progreso técnico, en la mejora de las condiciones económicas y sociales, en la moral laica. Se extravió gravemente en el comunismo y en el nazismo. Ninguna de estas diferentes perspectivas-que evidentemente no pongo en el mismo plano, han estado en condiciones de satisfacer la necesidad profunda de los hombres y las mujeres de encontrar un sentido a la existencia…Las facilidades materiales cada vez mayores en los países desarrollados, el frenesí del consumo, la acumulación de bienes, subrayan cada día más la aspiración profunda de las mujeres y de los hombres a una dimensión que les supere, porque esa aspiración nunca ha estado menos satisfecha que hoy”,

Es necesario pedir perdón:
Como Presidente de la República puedo pedir perdón por los sufrimientos que ha debido sufrir la Iglesia en Francia por el laicismo beligerante y ateo, desde la revolución francesa y posteriormente con motivo de la ley de 1905:. “Conozco bien los sufrimientos que su ejecución provocó en Francia entre los católicos, entre los sacerdotes, y entre las congregaciones antes de 1905.
Sé también que la interpretación de la ley de 1905, como un texto de libertad, de tolerancia y de neutralidad, es en parte una reconstrucción del pasado. Fue sobre todo por su sacrificio en las trincheras de la gran guerra, compartiendo los sacrificios de sus conciudadanos, como los sacerdotes y religiosos de Francia desarmaron el anticlericalismo y fue su inteligencia común lo que permitió a Francia y a la Santa Sede superar sus querellas y establecer sus relaciones”.

Cree en la esperanza
Aunque él no se confiesa católico practicante, lo que más ha admirando siempre en las figuras cumbres del catolicismo francés, ha sido su esperanza: “Comparto el juicio del Papa, cuando considera en su última encíclica que la esperanza es una de las cuestiones más importantes en nuestro tiempo. Parece que el hombre tiene necesidad de una esperanza que vaya más allá .Parece evidente que sólo pueda bastarle algo infinito, algo que siempre será lo que él nunca podrá alcanzar (…), Si no podemos esperar más que lo accesible, ni más de lo que podemos aguardar de las autoridades políticas y económicas, nuestra vida se reducirá a una vida privada de esperanzas…. Un hombre que cree es un hombre que espera. Y el interés de la república es que haya muchos hombre y mujeres que esperen.”

Relación entre la ética civil y religiosa
La pastura del Presidente ha sido muy criticada por sectores ateos y agnósticos. Para estos la religión debe quedar encerrada en el ámbito de lo privado..Sarkozy distingue dos campos. Hay una moral laica, humana e independiente de la moral religiosa. El otro campo es una moral inspirada en convicciones religiosas. Ambos aspectos pueden convivir juntos: “Y además quiero decir que si incontestablemente existe una moral humana independiente de la moral religiosa, sin embargo la república tiene interés en que exista también una moral inspirada en convicciones religiosas. Primero, porque la moral laica siempre corre el riesgo de agotarse o de derivar hacia el fanatismo, cuando no va vinculada a una esperanza que llene su aspiración hacia lo infinito. Y además porque una moral desprovista de lazos con la trascendencia está mucho más expuesta a las contingencias históricas y finalmente a la fragilidad”.
Sarkozy no desarrolla esta doble relación, que ha estado en el fondo de toda la discusión. Estos valores de la ética civil son cristianos, aunque difieran en su motivación. La solidaridad está fundamentada en la dignidad de la misma persona. El concepto de fraternidad es mucho más profundo en sus motivaciones cristológicas, que, que como dice en Mateo, sí son cristianas. De una manera indirecta condena el relativismo que nos invade. Para el relativismo y positivismo jurídico todo es igual. No existen valores absolutos. El estado puede establecer democráticamente lo que quiera. Esta es la única moral. Sarkozy está en contra de esta postura. Para él además del derecho existe una moral o una ética civil en plena convergencia con la religiosa en muchos aspectos. Para él los cristianos tienen derecho en exponer públicamente lo que piensan sobre la política en un sentido amplio y exponer desde la racionalidad sus proyectos humanos en las discusiones públicas, ya que con ello se enriquece el diálogo, incluso con lo no creyentes..

Admiración del hombre religioso:
En la transmisión de los valores y en el aprendizaje entre el bien y el mal, el profesor nunca podrá sustituir al pastor o al cura, porque siempre el resaltará la radicalidad del sacrificio de su vida y el sacrificio de un compromiso transportado por la esperanza.

El político ante la religión.
Un político como yo, no puede decidir en función de consideraciones religiosas. Pero es importante que su reflexión y su conciencia estén iluminadas sobre todo por juicios que hacen referencia a normas y convicciones libres de contingencias inmediatas. Todas las inteligencias, todas las espiritualidades, que existen en nuestro país deben tomar parte en ello.

Un deseo para el futuro
Ha llegado el tiempo de que, en un mismo espíritu, las religiones y en particular la católica, que es nuestra religión mayoritaria y todas las fuerzas vivas de la nación miren juntas a los desafíos del futuro y no solo a las heridas del pasado.

Un voto para el futuro
Por eso voto por el advenimiento de una laicidad positiva, es decir, una laicidad, que, siempre velando por la libertad de pensar, de creer o no creer, no considere que las religiones son un peligro, sino que son un valor (……) Al contrario se trata de buscar el diálogo con las grandes religiones de Francia y tener como principio el facilitar las grandes corrientes espirituales.

Respuesta del Papa
.
En este momento histórico, en el que las culturas se entremezclan más entre ellas, estoy profundamente convencido de que una nueva reflexión sobre el significado auténtico y sobre la importancia de la laicidad es cada vez más necesaria. En efecto, es fundamental, por una parte, insistir entre la distinción entre ámbito político y religioso para tutelar tanto la libertad religiosa de los ciudadanos, como la responsabilidad del Estado hacia ellos; por otra parte, adquirir una más clara conciencia de las funciones institucionales de la religión para la formación de las conciencia y de la contribución que puede aportar, junto a otras instancias, para la creación de un consenso ético de fondo en la sociedad.

jueves, 9 de octubre de 2008

MATRIMONO XXIV

XXIV. EL HOGAR DE NAZARET, MODELO DE FAMILIA.

ANUNCIACIÓN DE MARIA

En el primer capítulo del evangelio de Lucas leemos:
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a un virgen desposada, con un hombre llamado José, de la casa de David y el nombre de la doncella era María.
Nazaret era una ciudad pequeña. María era una muchacha de unos quince años. Es una joven, sencilla y humilde, a quien sus padres Joaquín y Ana habían dedicado al servicio del templo, con el voto de no contraer matrimonio. Parece ser que habían muerto sus padres y ella tuvo que dejar el templo y trasladarse a una pequeña ciudad de Nazaret, por donde circulaban las caravanas, que atravesaban el desierto.
María de acuerdo con el justo José y con la intención de vivir en virginidad, habían dado el primer paso hacia el matrimonio con los que se llamaban los desposorios, antes de contraer definitivamente matrimonio.
Por la narración de Lucas, deducimos que María estaba orando, cuando se apareció un ángel. Así la han pintado la mayor parte de los pintores en las muchas anunciaciones que conservamos..
María en hebreo significa la preferida de Dios, ya que Dios la había escogido de entre todas las mujeres de Israel para que cumpliera la gran misión de ser la madre de Dios. Por esto la dotó de todos los dones y gracias que necesitaba para esta gran misión. Un teólogo, Duns Scoto, afirmaba que Dios tiene un poder infinito y siendo María, la mujer escogida para esta tarea, necesariamente la debió adornar de las mayores virtudes.
Los pintores nos la presentan en su estancia, en actitud de oración, cuando se le aparece un ángel y le dice:
Dios te guarde, llena de gracia, el Señor está contigo.
María no quedó sorprendida de la aparición del ángel, sino de sus palabras. La aparición de los ángeles en el antiguo testamento era muy frecuente.
Si se extrañó del piropo del ángel y sobre todo de que le dijera que Dios estaba con ella y se había fijado en ella para encomendarle una gran misión.
Con este saludo el ángel le ratifica que ha encontrado la gracia ante Dios y que le ha llenado de sus gracias y dones.. La palabra griega jaris (gracia), se refiere no sólo a su belleza espiritual, sino también a su belleza física. María encierra en si misma la esencia del eterno femenino, de que nos habla Goethe. María es la mujer que está más cerca del cielo. No tiene la plenitud de Dios, pero es la mujer más perfecta de toda la historia de la humanidad. Dios, con su omnipotencia la ha plasmado para que fuera su madre, llenándola de amor, de ternura, de misericordia y compasión.. El poeta Dámaso Alonso dice de María; Yo no sé quien eres,
Pero eres como una lluvia grande de enero, que como un rubor nos besa.
Primavera surgente como el amor en junio,
Dulce sueño en el que nos bañamos,
Agua tersa que embebe con trémula avidez, la vegetal célula joven,
Matriz eterna donde el clamor palpita, madre, madre.

María no logra entender estos elogios de Gabriel.
El ángel debió ver en María rasgos de miedo, tal vez por la exaltación que estaba haciendo de ella. Sin titubeos Gabriel le describe el objeto de su misión y su misterio:
No temas, porque has hallado gracias ante Dios Vas a concebir en tu seno y dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El será grande y será hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.
La revelación que le hace el ángel del contenido de su misión es grandiosa. María es la madre de Dios. Ella le va a dar parte de su humanidad y la sangre que Jesús iba a derramar en la cruz como Salvador. En este momento se ha producido la revelación y el acontecimiento más importante de la humanidad. Dios se humaniza y se hace hombre en el vientre de una mujer. Es un misterio que sólo lo entendemos desde la fe. María va a llevar en su vientre durante nueve meses a ese Dios, transformado en cercanía por su humanidad y toda su vida va a girar en torno a Jesús. Para Él vivió y a Él acompañó en todos los pasos de su existencia, hasta en la cruz. María no se puede concebir sin Jesús, ni Jesús sin María. Tal vez en este momento María no llegaría a comprender plenamente la grandeza de su misión. Por esto nos dice Lucas que los pensamientos íntimos de María ante este anuncio tan trascendente, no los conocemos. El mensaje del ángel era claro, pero a una muchacha sencilla y humilde, le costaba entender esta misión, ya que ella se había comprometido a entregarse al servicio de Dios en la virginidad y no terminaba de entender las palabras de Gabriel.
Por esto pregunta al ángel.
¿Cómo será esto pues no conozco varón?
María había hecho voto de virginidad. Costumbre poco común en el pueblo de Israel, ya que la virginidad no estaba bien vista. Por esto en todas las jóvenes de Israel la soltería estaba mal vista o casi perseguida, ya que toda mujer esperaba las profecías mesiánicas. Ante las dudas de María el ángel le aclara plenamente el gran misterio. Es el Espíritu Santo el que obrará el gran milagro sin concurso humano y siendo virgen, María da a luz al hijo de Dios.
El ángel le responde con estas palabras:
El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Dios.
Con estas palabras el ángel le anuncia el acontecimiento más grande de la historia de la Humanidad. Dios se hace hombre y se viene a vivir entre los hombres. En el seno de María empieza la nueva alianza de Dios con los hombres. Se abre un nuevo camino para la humanidad. Nace en ese momento un mundo nuevo como nos dice San Sobroni: Verdaderamente bendita eres entre todas las mujeres, pues has cambiado la maldición de Eva en bendición, pues has hecho que Adán, que yacía postrado por una maldición, fuera bendecido por medio de ti,
María quedó perpleja ante estas palabras del ángel, aunque empieza a entender la gran responsabilidad que ha caído sobre ella. Con un gesto de gran humildad le respondió.
He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y se retiró de ella el ángel.
María hace de la voluntad divina el principio inspirador de su acción a través de toda la vida. No pone la menor objeción al anuncio del ángel. Su sí es rotundo, absoluto, sin repliegues. En este momento de la encarnación, Dios se hace cercanía, misericordia, y salvación.
Es admirable que Dios respete la libertad de María para llegar a ser la Madre de Dios. María no podía decir no a esa llamada de Dios. Ha sido el Si más importante de la Historia humana.
Aún resuena en los umbrales de la historia.
Esclavo es el que sirve, el que no es para sí, sino para el otro, en una actitud total de entrega. Jesús ha dicho también que el hijo del hombre ha venido a servir y ser esclavo de los hombres en su servicio.
María nos invita a que nosotros digamos si a Dios en todas las cosas.

El evangelio de Mateo (1, 19) nos habla de las zozobras de José:
José como fue justo y no quiso infamarla, resolvió repudiarla secretamente. Estando en estos pensamientos, de pronto un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu mujer, pues lo que se engendró en ella es del Espíritu Santo.
Van a formar una familia muy santa, la más santo de todos los tiempos. En ella va a crecer Jesús. La vida de José y María es sólo para Jesús.
El hogar de Nazaret es una casa de luz y de paz. En ella Jesús es el centro. María la madre y José el jardinero, que cuida ese vergel. Nazaret es lugar de encuentro, de diálogo, de oración, de trabajo. Este hogar es nuestro modelo y nuestro estímulo.
Un actor y director mejicano, Verastegui, convertido al catolicismo hace poco, después de haber palpado la gloria del triunfo, del poder y el dinero, nos cuenta, que Dios tocó a su corazón y quiso dejarlo todo para entregarse más completamente a Dios, ya que sintió un vacío interior que le consumía.
Como recuerdo de su infancia, nos decía este piropo a la Virgen con el que quiero terminar:
No hay palabras para describir la grandeza de la Virgen María, es mi madre, es la mujer más bella, es mi morenita, mi madrecita, mi mamita , mi todo, mi guía: mi madre.

martes, 30 de septiembre de 2008

MATRIMONIO XXIII



XXIII. LA FAMILIA, HOY. DECÁLOGO SOBRE LA FAMILIA
La familia tiene que ser amada, protegida y sostenida. No por sólo por el factor religioso, sino por el bien de la humanidad. En la Declaración de los derechos humanos se decía que “La familia es el núcleo natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a ser protegida por la sociedad y el estado (Art. 16, 3)”
Me atrevo a presentar unos puntos que creo que son los axiomas sobre los que se funda toda familia, no sólo desde un punto de vista religiosos, sino natural.
La familia es una realidad terrena, que nace en la misma cuna de la humanidad. Habrá cambios en el tiempo, pero hay elementos inmutables.:
El matrimonio está ordenado a la familia. Es el núcleo de la familia (Gs. 47-52). La familia existe por el matrimonio.
La familia es la célula original de la humanidad.
La familia fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida, desde su inicio hasta el fin natural. Por eso los padres tienen la obligación fundamental de educar a sus hijos en la fe y en los valores que dan sentido a la existencia humana.
En el decreto sobre los laicos n. 11 se dice: Como el creador de todas las cosas ha determinado la comunidad matrimonial como origen y fundamento de la sociedad humana y por medio de su gracia se ha convertido en un gran misterio en Cristo y en la iglesia, el apostolado de los esposos y de la familia, tiene un peculiar significación para la Iglesia y para la sociedad civil…La familia ha recibido de Dios la misión de ser cédula fundamental y vital de la sociedad.
La familia no es una invención de la Iglesia, ya que está inserta en la misma naturaleza humana. Existía en tiempos remotos.
La familia es escuela de educación y el lugar donde mejor se trasmiten los valores de nuestra cultura, ya que en ella se percibe el calor y la vivencia de esos valores en un clima de afecto y sentimiento. Por esto es insustituible.
La madre, según la psicología, en los dos primeros años de vida, es un factor necesario para la educación emocional del niño, como afirma la psicología..
Sin familia no hay futuro para Europa (Episcopado Europeo-Fátima).
Los padres trasmiten a sus hijos no sólo la herencia genética, sino todos los valores vividos por ellos en el hogar. Cuando la familia se vacía de valores, la sociedad termina desintegrándose. El niño crece enmarcado en la historia de su familia.
La familia es santuario de amor y de vida. En la familia se da y se recibe el amor. La familia es la cuna de la vida y del amor (Juan Pablo II)
En la familia resplandece y se vive una auténtica comunidad. Todos se dan, todos trabajan y todos reciben y dan según sus posibilidades. Esta comunidad es una comunidad de amor, de vida, de servicio, de entrega y de sacrificio.
Sin familia no hay futuro.
En la familia se vive la gratuidad, ya que todos dan sin esperar nada.
Sin la familia, la vida no tiene casa (Riccardi)
En esta comunidad el niño recibe la educación moral, que será completada por la escuela. En la familia se aprenden los grandes valores de la libertad, de la solidaridad, del esfuerzo y sacrificio, de la responsabilidad y la religión.
La familia une al hijo con el pasado para lanzarlo hacia el futuro. 1
La salvación de la persona así como de la sociedad humana y cristiana están íntimamente unidas en la comunidad matrimonial (GS. 47.52),
No es posible construir un mundo más humano sin la familia.
La familia es la mejor misionera par trasmitir la fe a los hijos y es testigo del amor de Dios a los hombres.

El amor humano auténtico es donación de si y no puede existir si quiere liberarse de la cruz (Bebedicto XVII).
No basta ser padres o madres en un sentido biológico, es necesario darlo todo en el amor a los hijos y descubrirles el nuevo horizonte de su vida, declinado en valores.
La familia de Nazaret debe ser el modelo de las familias cristianas.
La familia crece en el sufrimiento. Es ejemplarizante el testimonio de un matrimonio, que pierden a un hijo en un acto terrorista: “Sin embargo, sí hay algo que te ayuda: La unión de la familia en estos duros momentos; el apoyo de la mujer en el marido y del marido en la mujer; y de ambos en Dios, proporciona una nueva perspectiva a este sufrimiento. La fe da sentido al dolor y te ayuda a perdonar a esas personas que sólo saben odiar: los terroristas.
En la familia los hijos aprenden a vivir el gozo de la felicidad y la alegría, al compartir la misma luz y el mismo techo
En la familia el niño aprende a amar a Dios y las primeras plegarias nacidas de los labios de su madre.
En la familia los hijos viven el cariño mutuo, el afecto y calor de un beso, la comprensión, y la paz frente a la controversia.
En la familia los hijos aprender a obedecer y se educan en el orden. La autoridad de los padres debe cimentarse en la firmeza y la tolerancia. Sin autoridad y diálogo no es posible la educación y una auténtica obediencia..
En la familia el niño crece como persona, y aprende a tener un sentido crítico de la vida.
En el matrimonio crece su afectividad y sus emociones,
En la familia el niño desarrolla su capacidad intelectual y adquiere la autoestima.
El ejercicio de la libertad se aprende en la familia.
En la familia se aprenden los valores del sacrificio, el compromiso, el tesón, el orden, la disciplina, y la fortaleza,

sábado, 6 de septiembre de 2008

MATRIMONIO XXII

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LA CRISIS ACTUAL DE LA FAMILIA

Ha habido un cambio muy radical en el concepto de la familia. Se ha ido perdiendo el carácter autoritario del padre sobre los hijos y la mujer. En la medida en que la mujer se incorpora al trabajo, el hombre debe ayudarle en las faenas de la casa, como una necesidad imperiosa de los tiempos. Se ha impuesto más el diálogo que la imposición. La autoridad de los padres se ha ido desmoronando por dos razones. Por el cambio de valores que perciben en otros ambientes y por el concepto de libertad, que deteriora la obediencia y la autoridad de los padres. Por esto más que la imposición se impone el diálogo, ayudando los padres a los hijos para que tengan un sentido mucho más critico de la vida. La mujer con el trabajo se hace más independiente, ya que no necesita del marido para vivir. Las nuevas corrientes feministas insisten en la igualdad de los dos sexos, en deberes y derechos.

Han cambiado muchos valores de la familia tradicional, aunque sigue teniendo una gran importancia en las relaciones familiares.

El divorcio que apenas se daba en la familia tradicional, está siendo muy frecuente con todos los problemas que ello trae para los hijos y los mismos esposos.

El trabajo de la mujer fuera del hogar ha traído consigo la disminución de los hijos. En la familia tradicional los hijos eran muchos; en la actual hay muy pocos hijos. Al cambiar la estructura de la casa, el trabajo de la mujer fuera del hogar y la imposibilidad de atender a los nascituros, se están reduciendo los nacimientos al mínimo, produciéndose un incremento cero, que debe ser rellenado por la emigración.

El matrimonio como institución está perdiendo fuerza, aumentado las uniones de hecho sin matrimonio ni canónico ni civil.

El sentido de responsabilidad sobre los hijos va en aumento. Cada vez las
exigencias de atención, cuidado y gastos económicos son mayores.

El nivel de satisfacción que expresan los jóvenes en relación a su vida familiar es elevado y fruto de que existe un clima de libertad y de tolerancia en el seno de las familias españolas. Se trata de un elemento muy positivo.

Las personas mayores cada vez viven más y las relaciones de convivencia entre los matrimonios son mucho más largos. Su jubilación empieza muy pronto y pueden ayudar a sus hijos en el cuidado de los nietos. Cuando no pueden cuidarse a si mismos, san trasladados a los asilos, con la tragedia que ello supone para ellos. Este es uno de los graves problemas de la sociedad actual, al que los políticos han prestado poca atención.


El estado de bienestar no debe atenuar la responsabilidad última que tiene la familia sobre sus miembros, aunque descarguen muchas tareas y obligaciones en otras instituciones. La formación moral de los hijos es de la familia. De ninguna manera debe renunciar a este derecho.

La familia está en el tiempo y ha sufrido y sufrirá muchos cambios en la accidental, aunque en lo sustancial permanece inmutable. La familia procede del matrimonio y, aunque su núcleo esencial es igual, en el tiempo se va acomodando a las diversos cambios por lo que va pasando la sociedad.
En los ambientes rurales, la familia era más amplia, ya que normalmente los hijos seguían viviendo en el mismo pueblo y las relaciones entre sus miembros seguían manteniéndose. Con la movilización social, la familia se ha hecho más nuclear y más reducida. La familia en la sociedad urbana es muy reducida, el índice de nacimientos ha descendido vertiginosamente. Nuevos problemas se ciernen sobre la familia. Este empequeñecimiento de la familia ha sido debido a las características de las viviendas actuales, al trabajo de la mujer fuera del hogar, y a otros factores convergentes.
Se ha perdido la vinculación con la gran familia. El parentesco ha dejado de ser el gran núcleo de cohesión de antes. Entre los primos, parientes cercanos se han perdido los contactos más o menos directos.
Antes los hijos era muy numerosos. Dada la mortalidad infantil, tenía necesariamente que ser así, ya que la mayor parte de ellos moría en el primer año de vida. Hoy los hijos han descendido tanto, que ni siquiera incrementa la población.
Antes en el campo se producía todo lo que se necesitaba para el clan familiar y todos echaban una mano en esta producción agrícola. En la actualidad casi todo se compra en el mercado.
Antes los hijos eran una ayuda económica para los padres, ya que les ayudaban en las faenas agrícolas y eran un brazo más en las propias empresas familiares. Hoy los hijos requieren mucho dinero, fundamentalmente para su preparación técnica y deben seguir mucho tiempo en la casa, hasta que se independizan con un trabajo o hacen unas oposiciones.
En la familia patriarcal el padre poseía la autoridad indiscutible. Era el rey y entorno a él giraba la familia. Hoy ha perdido este protagonismo y respeto, o por la cultura superior de los hijos o por las lejanías en que viven. Cuando se casan todos los hijos, con las canas en el cabellos y la jubilación a cuestas, no les queda nada más que mirarse el uno al otro a la espera de que vuelvan en Navidad o semana Santa. Es la emancipación tan necesaria.
Hoy todo tiende a la disgregación de la familia; El trabajo fuera del hogar de los dos, el consumismo, el divorcio, la falta de sacrificio. Han nacido nuevos valores: La libertad, la igualdad, la independencia. El matrimonio hay que reforzarlo con los valores tradicionales y religiosos.
A pesar del gran esfuerzo que tiene que hacer, es necesario que la mujer recobre el papel que tiene en el hogar para llenarlo de calor humano, de ternura y de amor. La autoridad del padre hoy no se puede comprender sin el diálogo en el hogar. Muchos padres están capitulando y han perdido las riendas del hogar,
La familia tiene que seguir siendo una comunidad en la que reine el amor entre los hijos y los padres. En ella debe prevalecer el amor, el respeto, la confianza, el diálogo, la comunión de ideas y convicciones, el esfuerzo, el trabajo, etc. .
En la familia todos dan según sus posibilidades y todos reciben según sus necesidades. Las palabras que más se deben declinar son la abnegación, el servicio, la entrega y la generosidad.
Hoy existe el peligro del aislamiento y la falta de comunicación en la familia. El poco tiempo que hijos y los padres están junto. El poco diálogo impedido por los medios de comunicación (Televisión e internet).Por este motivo es necesario buscar un diálogo en ciertos momentos y cerrar en más de una ocasión la televisión.
El trabajo del hombre y de la mujer fuera del hogar ha incidido en la limitación de la natalidad. Los padres no tienen a mano instituciones o guarderías adonde puedan llevarlos en los primeros años. La escolarización, por las distancias, les crea muchos problemas. Los estados no han afrontado este problema, que es el más serio que tiene todo occidente. La población se envejece y los habitantes no crecen. Unos inmigrantes, con mucha dificultad de integración, vienen a sustituir a los nativos, con culturas distintas. Este es uno de los problemas más importantes de nuestra sociedad occidental de cara al futuro.
En otros tiempos la educación se recibía en casa. En la actualidad, hay otros púlpitos más incisivos: La televisión, internet, la escuela, la Universidad. La tradición ha perdido la fuerza de antes. La imagen sustituye a la letra y la televisión e internet, con su superficialidad, está creando una cultura superficial de puro lustre. La humanidades se mandan al rincón de los olvidos y el hombre moderno se dedica a engullir master, que le van a abrir las puertas de las multinacionales. En esta sociedad supertécnica abundan los ignorantes,

La familia sufre la imposición de una educación relativista, que priva a los padres de su derecho fundamental a educar a los hijos conforme a sus principios morales de nuestra tradición.
Antes los ancianos eran los mimados, ahora estorban en la familia celular, y son arrinconados en los asilos, esperando la muerte, después de una vida llena de sudor y trabajo.
Con la emigración se han perdido los lazos familiares en la medida en que los nuevos esposos terminan asentándose en lejanos territorios, lejos de sus raíces, adonde vuelven a reencontrarse, si acoso una vez al año.
Estamos además constatando otros serios problemas, a los que es difícil ponerlo coto.
Disminuyen los matrimonios religiosos y civiles. Tenemos que redescubrir que la familia es la Iglesia doméstica, en la que los esposos dan culto a Dios y junto con los hijos viven la experiencia de su fe, por medio de la oración y la participación de los sacramentos. Aumentan los divorcios; crecen las familias de hecho y sin papeles; aumentan los hijos nacidos fuera del matrimonio y los abortos.. Aumenta el individualismo y el secularismo. Se propaga la ideología de género como la panacea de todos los derechos.

domingo, 31 de agosto de 2008

MATRIMONIO XXI


XXI.- LA FAMILIA EN EL CONCILIO

el Vaticano II da una especial importancia a la misión del matrimonio y de la familia, con relación a la sociedad y la Iglesia.
1. Matrimonio y sociedad
El filósofo Shlegel decía; Si quieres tener una visión completa de la humanidad, mira a la familia.
El concilio Vaticano II ha dicho de la familia: “El bienestar de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligado a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar..(GS.47)

El equilibrio de la persona está muy ligado al matrimonio. Una sociedad sana depende mucho de la Familia: La salvación de la persona así como de la sociedad humana y cristiana está íntimamente ligada con el bienestar de la comunidad matrimonial y familiar» (GS n. 47, 50-52).
La familia es el origen y fundamento de la sociedad humana. Es la célula vital y fundamental de la sociedad civil.
La familia no puede encerrarse sobre sí misma, ya que tiene que estar abierta tanto a la sociedad como a la Iglesia Así lo expresa el Concilio en Decreto sobre los laicos, n° 11: Como el creador de todas las cosas ha determinado la comunidad matrimonial como origen y fundamento de la sociedad humana y por medio de su gracia la ha convertido en un gran misterio en Cristo y en su Iglesia, el apostolado de los esposos y de la f. tiene una peculiar significación para la Iglesia, así como para la sociedad civil... La familia ha recibido de Dios la misión de ser la célula fundamental y vital de la sociedad.» «Por esta razón la familia no debe cerrarse en sí misma de una forma egoísta o temerosa, sino que tiene que influir dentro de la Iglesia y de la sociedad» (ibid.).
En los planes de Dios la sociedad es origen y el fundamento de la sociedad.[1] Así la familia, en la que las distintas generaciones coinciden y se ayudan mutuamente a lograr una mayor sabiduría y a armonizar los derechos de las personas con las demás exigencias de la vida social, constituye el fundamento de la sociedad. (GS. 52).
La familia es la célula primera y vital de la sociedad. Es el santuario domestico de la Iglesia: [2]
La familia tiene que tener su casa abierta a todos, promover la justicia y tender la mano a los pobres y necesitados[3]

2. Los pastores y la familia
Los pastores deben prestar una especial atención a la familia en todos los ámbitos de su quehacer pastoral y ayudarla en sus necesidades. «Los sacerdotes deben recibir una formación conveniente sobre la cuestión de la familia., y, mediante una apropiada actividad pastoral, mediante la predicación de la palabra de Dios, por medio de la celebración de la liturgia y otros auxilios espirituales, deben fomentar la vocación de los consortes en su vida matrimonial y familiar, fortalecerlos humana y pacientemente en las dificultades, consolidarlos en el amor, para que surjan familias que influyan más allá de su propio ámbito.» :(GS. n° 52; Decreto sobre los laicos, n° 11)

3.- Igualdad entre el hombre y la mujer
El hombre y la mujer son iguales en dignidad. Por este motivo en el matrimonio debe estar presente el respeto y la colaboración de ambos en todos los planos, mediante el dialogo [4]
1. Características del amor en la familia

Este amor es fiel en el cuerpo y en el alma, indisoluble, y firme tanto en la prosperidad como la adversidad: Este amor ratificado por la mutua fidelidad y sobre todo por el sacramento de Cristo, es indisolublemente fiel, en cuerpo y mente, en la prosperidad y en la adversidad, y, por tanto, queda excluido de èl todo adulterio y divorcio (GS. 49).[5]

La familia ayuda a sus componentes a descubrir el sentido de la vida y les apoya, en un clima de relación, unión y comunicación para entretejer entre ellos unos lazos de comprensión y confianza.[6].
En la familia debe haber un clima de relación y comunicación. Los esposos deben estar unidos: [7]
Los propios cónyuges, hechos a imagen de Dios vivo y constituidos en el verdadero orden de personas, vivan unidos, con el mismo cariño, modo de pensar idéntico y mutua santidad, para que, habiendo seguido a Cristo, principio de vida, en los gozos y sacrificios de su vocación por medio del amor fiel, sean testigos de este misterio de amor que el Señor con su muerte y resurrección reveló al mundo (GS. 52).
2. La oración familiar

Los padres y los hijos, por medio de la oración, y el diálogo, encontrarán el sentido humano de la vida y el camino de la santidad: [8]
En la oración los esposos descubren la firmeza de su amor, la magnanimidad del corazón y el espíritu del sacrificio: Por eso los esposos, vigorizados por la gracia para la vida de santidad, cultivarán la firmeza en el amor, la magnanimidad de corazón y el espíritu de sacrificio, pidiéndolos mutuamente en la oración. GS. 49

3. Sacramentalidad y amor

Gracias al sacramento del matrimonio, que es una imagen de la alianza del amor de Cristo a su iglesia, los esposos pueden descubrir más profundamente su amor, su apertura a la fecundidad. Y la felicidad mutua: el matrimonio, que es imagen y participación de la alianza del amor de Cristo y la Iglesia, manifestará a todos la presencia viva del Salvador en el mundo y la auténtica naturaleza de la Iglesia, ya que por el amor, la generosa fecundidad, la unidad y la felicidad de los esposos, ya por la cooperación amorosa de todos los ,miembros.
7.La familia y los hijos
A los padres compete la educación religiosa de sus hijos: En cuanto a los esposos, ennoblecidos por la dignidad y la función de padre y de madre, realizarán concienzudamente el deber de la educación religiosa, que a ellos, sobre todo, compete. (GS. 48)
Los padres deben enseñar a sus hijos la grandeza y dignidad del amor y educarlos en la castidad: Hay que formar a los jóvenes, a tiempo y convenientemente, sobre la dignidad, función y ejercicio del amor conyugal, y esto preferentemente en el seno de la misma familia. Así educados en el culto de la castidad, podrán pasar, a la edad conveniente, de un honesto noviazgo al matrimonio. (GS. 49)
La procreación, la educación de la prole y el bien de los esposos son los fines del matrimonio: El matrimonio y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y educación de la prole. Los hijos son sin duda el don mas excelente del matrimonio y contribuyen sobre manera al bien de los propios padres……El cultivo auténtico del amor conyugal y de toda la estructura de la vida familiar que de él deriva, sin dejar de lado los demás fines del matrimonio, tienden a capacitar a los esposos para cooperar con fortaleza de espíritu en el amor del Creador y del Salvador, quien por medio de ellos aumenta y enriquece su propia familia (GS. 49)
La presencia activa del padre contribuye a la educación de los hijos. La presencia de la madre, en especial, cuando éstos son menores, ayuda a su formación, sin perjuicio de la legítima promoción de ella: La activa presencia del padre contribuye sobremanera a la educación de los hijos; pero también debe asegurarse el cuidado de la madre en el hogar, que necesitan principalmente los hijos menores, sin dejar por ella a un lado la legítima promoción de la mujer.(GS. 52)
Los padres deben ayudar a sus hijos en la elección de su vocación: La educción de los hijos ha de ser tal, que al llegar a la edad adulta puedan, con pleno sentido de la responsabilidad, seguir la vocación, aún la sagrada, y escoger estado de vida; y si éste es el matrimonio, puedan fundar una familia propia en condiciones morales, sociales y económicas adecuadas (GS. 52).
Los padres tienen el deber de aconsejar a sus hijos en el momento de fundar una familia: Es propio de los padres y de los tutores guiar a los jóvenes con prudentes consejos, que ellos deben oír con gusto, al tratar de fundar una familia, evitando sin embargo, toda coacción directa o indirecta que les lleve a casarse o a elegir determinada persona.(GS. 52).
Los hijos tienen la obligación de ayudar a sus padres en las dificultades que encuentren en la vida y ayudarles en los momentos difíciles de la vejez: Los hijos como miembros vivos de la familia, contribuyen, a si manera, a la santificación de los padres. Pues con el agradecimiento, la piedad familiar, y la confianza corresponderán a los beneficios recibidos de sus padres y, como hijos, los asistirán en la dificultades de la existencia y en la soledad de la senectud (GS.48)
Los esposos cristianos son para si mismos, para sus hijos y demás familiares, cooperadores de la gracia y testigos de la fe. Son para sus hijos los primeros predicadores y educadores de la fe; los forman con sus palabras y ejemplo para la vida cristiana y apostólica, les ayudan prudentemente a elegir su vocación, y forman con todo esmero la vocación sagrada cundo la descubren en los hijos (AA.11)
Siempre fue deber de los esposos, pero hoy constituye la parte más importante de su apostolado, manifestar y demostrar con su vida la indisolubilidad y santidad del matrimonio (AA.11)
8. La familia y la sociedad

Se apreciará el genuino amor conyugal y se formará una opinión pública sana acerca de él, si los esposos cristianos sobresalen con el testimonio de la fidelidad y armonía en el mutuo amor y en el cuidado de la educación de los hijos y si participan (GS. 49).
La familia debe trabajar en la necesaria renovación cultural, psicológica y social a favor del matrimonio y de la familia.(GS. 49) Por eso todos los que influyen en las comunidades y grupos sociales deben contribuir al progreso del matrimonio y de la familia.. El poder civil ha de considerar obligación suya sagrada, reconocer la verdadera naturaleza del matrimonio y de la familia, protegerla y ayudarla, asegurar la moralidad pública y favorecer la prosperidad (GS. 52)
9. Colaboración con otros:

Los cristianos rescatando el tiempo presenete y distinguiendo lo eterno de la pasajero, promuevan con diligencia los bienes del matrimonio y de la familia como con la acción conjunta con los hombres de buena voluntad y de esta forma, suprimidas las dificultades, satisfarán las necesidades de la familia y las ventajas adecuadas a los tiempos. (GS. 52)
10. La labor de la ciencia:

Los científicos, principalmente los biólogos, los médicos, los sociólogos y los psicólogos, pueden contribuir mucho al bien del matrimonio y de la familia y a la paz de las conciencias si se esfuerzan por aclarar más fondo, con estudios convergentes, las diversas circunstancias favorables a la honesta ordenación de las procreación humana (GS.52).
11.-Asociaciones familiares:
Las diversas obras, especialmente la asociaciones familiares, pondrán todo el posible empeño e instruir a los jóvenes y a los cónyuges mismos, principalmente a los recién casados, en la doctrina y en la acción, y formarlos para la vida familiar, social y apostólica (GS. 52).
La viudez, continuidad de la vocación conyugal, aceptada con fortaleza de ánimo, será honrada por todos.
11. Paternidad responsable

La índole sexual del hombre y la facultad generativa humana superan admirablemente lo que de esto existe en los grados inferiores de vida; por tanto, los mismos actos propios de la vida conyugal con la responsable trasmisión de la vida, la índole moral de la conducta no dependen solamente de la sincera intención y apreciación de los motivos, sino debe determinarse con criterios objetivos tomados de la naturaleza de la persona y de sus actos, que mantienen integro el sentido de la mutua entrega y de la humana procreación, entretejidos con el verdadero amor; esto es imposible sin cultivar sinceramente la virtud de a castidad conyugal. No es lícito a los hijos de la iglesia, fundados en estos principios ir por caminos que el magisterio, al explicar la ley divina, reprueba sobre la regulación de la natalidad.(GS. 51).

En el deber de trasmitir la vida humana y de educarla, lo cual hay que considerar como propia misión, los cónyuges saben que son cooperadores del amor de Dios creador y como sus intérpretes. Por eso, con responsabilidad humana y cristiana, cumplirán su misión y con dócil reverencia a Dios, se esforzarán ambos, de común acuerdo y de común esfuerzo para formarse un juicio recto, atendiendo tanto a su propio bien personal como al bien de los hijos, ya nacidos y todavía por venir, discerniendo las circunstancias de los tiempos y del estado de vida tanto materiales como espirituales, y finalmente, teniendo en cuenta el bien de la comunidad familiar, de la sociedad temporal y de la propia iglesia. Este juicio, en último término, deben formarlo ante Dios los esposos personalmente. En su modo de obrar los esposos sean conscientes de que no pueden proceder a su antojo, sino que siempre deben regirse por la conciencia, la cual ha de ajustarse a la ley divina, dóciles al magisterio de la Iglesia, que interpreta auténticamente la ley a la luz del evangelio. Dicha ley divina muestra el pleno sentido del amor conyugal, lo protege e impulsa a la perfección genuinamente humana del mismo.
12.La familia escuela de humanismo
13 Libertad en la procreación (52). Hay que salvaguardar el derecho de los padres a procrear y educar en el seno de la familia a los hijos.
14.Ayuda a los que no tienen familia (52)
Se debe proteger con legislación adecuada y diversas instituciones y ayudar de forma suficiente a aquellos que desgraciadamente carecen del bien de una familia propia.

15.Dimensiónsocial y eclesial
Con su gracia la convirtió en sacarmento grande en Crist y en la Iglesia(Ef.5, 32).Por ello el apostolado de los esposos y de as familias tiene singular importancia tanto para la Iglesia como para la sociedad civil aa 11
16.CAMPOS APOSTÓLICOS
Entre las diferentes obras de apostolado familiar pueden mencionarse las siguientes: adoptar como hijos a loa abandonados, acoger con benignidad a los forasteros, colaborar en la dirección de las escuelas. asistir a los jóvenes con consejos y ayudas económicas, ayudar a los novios a prepararse mejor para en matrimonio, colaborar en la catequesis, sostener a los esposos y a las familias que están en peligro material o moral, proveer a los ancianos no sólo de lo indispensable, sino también de los justos beneficios del desarrollo económico. AA. 11
17. Asociaciones
DEFENSOR DE LOS DERECHOS DE LA FAMILIA: Afirmar con valentía el derecho y obligación que los padres y tutores tienen de educar cristianamente a la prole; y defender la dignidad y legítima autonomía de la familia (AA. 11)
Para lograr con mayor facilidad los fines de su apostolado, puede resultar conveniente que las familias se reúnan en asociaciones (AA. 11)

17.cooperación con los demás
Cooperen, por tanto, los esposos y los demás cristianos con los hombres de buena voluntad para que se conserven incólumes estos derechos en la legislación civil; téngase en cuenta en el gobierno de la sociedad las necesidades familiares, en lo referente a la vivienda, educación, condiciones de trabajo, seguridad social e impuestos; póngase enteramente a salvo la convivencia doméstica de las emigraciones. (AA 11)

[1] El creador de mundo estableció la sociedad conyugal como origen y fundamento de la sociedad humana.( AA. 11)
[2] La familia ha recibido directamente de Dios la misión de ser cédula primera y vital de la sociedad. Cumplirá esta misión, si, por la mutua piedad de sus miembros y la oración en común dirigida a Dios, se ofrece como santuario doméstico de la Iglesia; si la familia entera se incorpora al culto litúrgico de la iglesia; (AA.11.)

[3] Si, finalmente, la familia practica el ejercicio de la hospitalidad y promueve la justicia y demás obras buenas al servicio de todos los hermanos que padecen necesidad.AA.11

[4] El reconocimiento obligado de la Igual dignidad personal del hombre y de la mujer en el mutuo y pleno amor evidencia también claramente la unidad del matrimonio confirmada por el Señor. GS.49

[5] Este amor ratificado por la mutua fidelidad y sobre todo por el sacramento de Cristo, es indisolublemente fiel, en cuerpo y mente, en la prosperidad y en la adversidad, y, por tanto, queda excluido de èl todo adulterio y divorcio. GS. 49

[6] Para que pueda lograr la plenitud de su vida y misión, se requieren un clima de benévola comunicación y unión de propósitos entre los cónyuges y una cuidadosa educación de los hijos. GS. 52