jueves, 13 de noviembre de 2008

LIBERTAD HUMANA



LA LIBERTAD HUMANA

Es esta una de las palabras, que más se han repetido en estos dos últimos siglos. La libertad ha sido secuestrada por los totalitarismos marxistas y nazistas. Libertad es lo opuesto a esclavitud. La libertad es un anhelo, un fin y una meta de todos los hombres. Sin libertad el hombre es menos hombre. Hay una libertad física, ausencia de trabas, propia de todos los seres vivientes. Un águila libremente recorre majestuosa el cielo azul y dirige su vuelo, a donde quiere y como quiere.

La auténtica libertad del hombre no es esa. El hombre es libre, pero al mismo tiempo es un ser pensante. Por eso no está atado al instinto, como los demás animales.

La verdadera libertad es la interior, por la que el hombre tiene la capacidad de decidirse por si mismo. El que está en la cárcel sin libertad, puede ser interiormente más libre. A Sancho, cuando lo iban a meter en la cárcel, el carcelero le dijo: ¡A dormir a la cárcel! Sancho respondió con mucha sabiduría: A la cárcel, si; pero dormir no; esto depende de mí.

Esta libertad psicológica o interior es la que define el hombre, como un ser más grande de creación. La libertad le define. La libertad no consiste en hacer lo que uno quiere o le da en gana..Es necesario que preceda un proceso de elección, en virtud del cual, antes de elegir sopese racionalmente la elección, fundamentándola en motivos, razones, fines etc.. Los horizontes de la elección pueden ser muchos y variados.

Por esto, la libertad empieza desde el momento, en que me decido por alguna de las posibilidades, que se me presentan. Elección la hago mía, la acojo y me comprometo con ella y me obligo a realizarla. La elección la hago, sin que nadie me la susurre por debajo, con una decisión mía y personal. También podría haberla rechazado.

Cuando el hombre hace una elección arbitraria y caprichosa, su libertad queda nublada, porque ha perdido parte de la racionalidad. Las elecciones hechas sin reflexión, por puro hedonismo y egoísmo, terminan destruyendo a la persona y le hacen voluble e inestable.

Por esto, cuando las elecciones son periféricas y no llegan a estar en las profundidades del ser personal, la opción no es fundamental. El menor soplo de aire se la lleva.
En nuestra vida puede haber una opción fundamental, que de un sentido profundo a nuestra vida y la siguen dirigiendo durante toda la vida.

Ella va alimentando los actos y las aptitudes de cada día. Estas elecciones se transforman en algo consustancial con el propio sujeto, porque son como una luz, que ilumina los senderos de nuestro existir. Un médico, que por vocación, de joven, decidió seguir este camino, está marcando, a partir de este momento, unos nuevos horizontes en su vida. Su existencia, a partir de este momento, ha seguido un nuevo rumbo.

Es verdad que esa opción se puede romper o se puede atenuar, si no va alimentada por las elecciones diarias que la siguen reforzando. Si un rosal no se abona y ruega no echa flores. Esta libertad profunda y radical los psicólogos la llaman esencial.

No obstante una opción o elección esencial tiene sus dificultades, o por falta de claridad o indecisión en la persona o porque el sujeto se resista a aceptarla, ya que le supondría muchos sacrificios en su vida. Pero, cuando se ve clara la elección, no hay vuelta atrás,

La elección tiene que estar fundamentada en un deber ser, en unos valores, que son los que dan sentido a la vida. Ahora este elección, la contemplamos
desde el deber moral. Hay valores, que se impone al hombre: La verdad, la justicia, hacer el bien, la solidaridad, el amor, la compasión etc. Cuando la libertad se siente atada a estos valores, es más libertad. Estos son los hombres de grandes convincciones, que tanto nos admiramos. Cuando elegimos el bien frente al mal, nuestra libertad es más libertad.

Cuando vivimos en la superficialidad, en lo periférico, en la trivialidad y todo nos parece bueno, el relativismo se apodera de nosotros, somos marionetas, que van de flor en flor.

Cuando somos capaces de dar sentido a nuestra vida, se produce una unidad existencial inamovible. Han sido capaces de asumir los grandes valores en su vida. Siempre he admirado a Francisco de Asís. Lo dejó todo por Jesucristo, hasta el vestido que le dejó su padre; rompió todas las ataduras y ha sido el hombre más libre de la humanidad.

La libertad, en su elección, tiene siempre un abanico de posibilidades muy legítimas. La libertad no está encerrada en una dirección. Los caminos, las llamadas o vocaciones, que se abren son casi infinitas. Cada uno un día recibirá una llamada, y de acuerdo con esa llamada, se bajará de su caballo, como hizo Pablo de Tarso, para seguirla en su libertad.

Es necesario conquistar cada día la libertad y dejar las cadenas que nos atan.
Es el problema del hombre actual, está tan instalado en el placer, en el hedonismo, en el bienestar. No siente llamado a la aventura de elecciones solidarias, abnegadas y sacrificadas. Es el mundo de la fragilidad, de la filosofía débil, de la carcajada fácil, de no complicarse, y de las drogas evasivas. Los padres con dejar que los hijos hagan lo quieran, sin hacerles ver en el diálogo, que el trabajo, el esfuerzo, el mérito, y el sacrificio los hará fuertes como una roca, que no se la lleva el viento. Con su actitud pasiva están favoreciendo la vaciedad de sus vidas, el nihilismo en sus ilusiones, la rebelión y la comodidad,

Los límites de la libertad.

El hombre, en su paso por el mundo, se ve impedido en su libertad.
El hombre muchas veces por miedo, pierde su libertad. Miedo a perder el trabajo, miedo al poder, miedo a los padres, miedo a ser perseguido etc.
El hombre se ve manejado. Los medios de comunicación lo manipulan, porque mienten, cambian, desfiguran, o matizan una noticia. Decía Ortega que el hombre masa, especialmente en el plano político, se ve expuesto a ser dirigido, cuando la radio, la televisión, y la prensa tienen una sola voz, ya que el posea o controle todos los medios, controla los pensamientos de los ciudadanos.. Evidentemente la libertad de elección del voto, se va al traste

Los medios, con un bombardeo continuo, por si mismos, son capaces de crear opiniones o criterios, haciendo que lo que se ve mal, termine viéndose como una cosa moral.
La libertad esta asediada en la sociedad urbana por todos los costados. Ya nadie puede tener secretos. Las máquinas de Hacienda saben tus ingresos; los ordenadores de los juzgados tienen registrados los delitos de los ciudadanos; todos los bancos conocen tus datos personales; la jefatura de tráfico controlan tus multas; los spam te visitan en tu ordenador todos los días, vendiéndote algo u ofreciéndote un producto; la guardia civil te pone una multa porque te has olvidado del cinturón de seguridad y ello cuenta para tu carnet. Decía un jurista: Estamos agobiados de tantas leyes, decretos y normas.. Cada mes los diversos boletines oficiales, vomitan decretos, ordenanzas, órdenes, avisos etc. La burocracia de la comunidad europea te hace rellenar cientos de folios todos los años. Vamos a un organismo oficial, y nos mandan a mil ventanillas, y a veces sin conseguir la respuesta correcta. Hasta en la Iglesia hay un exceso de burocracia y de papeles..

Tanta norma y tanta ley nos está obligando a que tengamos un abogado asesor a nuestro lado.
La libertad, decía el jurisconsulto romano Ulpiano, es la más preciada de las cosas y no se pude comprar con dinero. En esta sociedad materializada, la libertad, se vende muchas veces por dinero. Estas son las grandes esclavitudes del hombre actual.

Las libertades políticas

El hombre moderno, gracias al liberalismo, ha hecho aflorar una serie de libertades políticas, que fueron recogidas en la Declaración Universal de los derechos humanos (1948):
Art. 18: Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, que Incluye la libertad de cambiar de religión y de creencia, así como la libertad de manifestar su religión y creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la enseñanza.
Art. 19. Derecho a la libertad de opinión y expresión; incluyendo no ser molestado a causa de sus opiniones, de investigar y recibir informaciones y opiniones y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión
Art. 20. Derecho a la libertad de reunión y de asociación
Estas libertades nos hicieron más libres. Se promulgaron en el año 1948. Aún no se han realizado. Libertad de expresión, pero me faltan los medios para expresarme. Libertad religiosa y a los católicos los matan en India. Libertad de reunión, y en China los católicos no pueden hacerlo.

Libertad y democracia
En los siglos IX y XX, el liberalismo ha insistido sobre todo en concepto de libertad. Todos los politógos y economistas, desde Adam Snith, han instalado la propiedad privada en el centro del sistema democrático.
La han defendido a toda casta, ya que gracias a ella el hombre puede defender mejor su libertad. Quien tiene bienes, no está sujeto al capricho de los poderosos. Es más libre. Hoy en día la calificación técnica, que adquiere un hombre, es en cierto sentido una propiedad, que le libera de muchas esclavitudes y dependencias Me decía un viejo muy sabio, que quien controla el bolsillo, controla la libertad. Muchas veces me acuerdo de aquella película que se llamaba el silencio de los corderos. Aunque estemos en el siglo XXI, todavía existen estas esclavitudes.
Hay mucho silencios, muchas cobardías
Montesquieu terminó de perfilar la teoría de los tres poderes, precisamente buscando que en este mundo existiera más libertad. Percibió, que si el poder legislativo, ejecutivo y judicial estaban concentrados en la misma persona, como sucedía en el antiguo régimen, el poder se transformaba en totalitarismo. Estando separados, los tres poderes se controlaban mutuamente, ya que el ejecutivo estaba sujeto al legislativo y judicial, y estos al legislativo. Con el presupuesto, de que todos son iguales ante la ley, la corrupción se hacía muy difícil. Un ministro corrupto podía ir a la cárcel y el ciudadano más humilde, tenía que ser juzgado de acuerdo con la ley, no según los caprichos de quien detecta el poder. No obstante, los partidos procuran ellos nombrar a los jueces y a los miembros del ejecutivo, burlando la norma de Montesquieu. Con lo cual hay menos libertad y menos democracia. El poder no quiere la libertad, porque el hombre libre dice la verdad y la verdad en ocasiones muerde

Cuando el sujeto carece de los medios para ser feliz, cuando falta la igualdad de oportunidades, hay menos libertad política en el sujeto
La pobreza, la enfermedad, la necesidad hacen más precaria nuestra elección y por consiguiente la libertad. El dinero y la riqueza le hacen más dueño de su destino.
La pobreza extrema es un grave obstáculo para la libertad de expresión y asociación.
La libertad se vive más fácilmente en comunidad que en la soledad.
Para terminar quiero hacerlo con unas palabras de Alexis Torqueville en su viaje a Estados Unidos: Todos los que aman la libertad deberían apresurarse a llamar a la religión en su ayuda,…porque deberían saber que no se puede establecer el reino de la libertad sin las buenas costumbres, ni crear las buenas costumbres sin la fe.